Fideicomiso social, una solución a los conflictos sociales
4 agosto, 2014 Deja un comentario
Por Karen Zuñiga Abanto
El futuro de la Minería en el Perú se encuentra en riesgo, el descontento de la población ha desatado una ola de crecientes conflictos sociales que amenazan la viabilidad de este sector importante de nuestro país que ha dinamizado la economía nacional.
En los últimos diez años, dicho sector ha venido creciendo de manera sostenida, recibiendo importantes flujos de inversión, más de US$ 51,000 millones de inversión proyectados entre los años 2012 y 2018 se encuentran en riesgo; la respuesta de las empresas mineras para dar solución a estos conflictos es insuficiente e inadecuada, adoptando un comportamiento condescendiente que únicamente refuerzan la relación Donante-Receptor, cayendo en un espiral sin solución.
La actividad minera debe ser vista como una oportunidad para el desarrollo sostenible del país antes que una amenaza. Frente a esto el fideicomiso social, se convierte en una actuación del Estado en un acercamiento con las comunidades campesinas, aplicándose para aquellas zonas de influencia de los proyectos mineros o hidroeléctricos otorgados.
Se trata de un trabajo entre la autoridad Nacional a través de Proinversion, Regional, local e inversionistas previa aprobación del Consejo Ejecutivo de los proyectos con desarrollo social en sectores como educación, salud, agrario y servicio básico como agua, luz y desagüe, que en el tiempo favorecerán a la población y garantizaran un desarrollo sostenible de la zona de influencia.
La operación se realiza mediante un Contrato de Opción de Transferencia. El modelo del fideicomiso, exige que una parte del dinero que recibiría el Estado, normalmente destinado al Tesoro Público, se reservara para el desarrollo sostenible de las localidades. Existiendo tres beneficiarios del proceso.
Por una parte El estado, hará posible la sostenibilidad en la política de promoción de inversiones en el sector extractivo y la participación activa de las comunidades en el desarrollo y la ejecución de proyectos.
La comunidad, accedería ha un real empoderamiento ciudadano, con compromiso y responsabilidad así, como fondos propios para invertirlos en el desarrollo sostenible de sus comunidades con lo cual la inclusión financiera seria una realidad.
Los inversionistas, desarrollarían un modelo sostenible basado en el principio de inversión con responsabilidad ambiental y desarrollo social.
En la actualidad se han constituido Fideicomisos Sociales en los proyectos de Yuncán, Bayóvar, Las Bambas, Toromocho, Alto Chicama y La Granja, que como resultado ha logrado la satisfacción de las comunidades de las zonas de influencia.
Este fondo social, no solo asegura la prevención de conflictos socio ambientales, sino que además se da viabilidad económica, social y ambiental a los proyectos de exploración y su factibilidad.